lunes, 27 de mayo de 2013

RESPETO, ¿QUÉ RESPETO?


Cada vez que leemos las noticias políticas de este  nuestro Santo Reino, que es lo que somos y esta en la Constitución, nuestros partidillos politicos, no confundir con los grandes partidos de otros reinos, sólo piden respeto.
Respeto por lo que dicen, por lo que hacen. Sus palabras son mas sagradas que las de otros, pero, ellos que dan. Dan respeto por los demás, no por Dios a ellos hay que respetarlos pero los demas no tiene derecho a nada, 
Las sacrosantas subvenciones a los partidos no se pueden tocar pero hay que quitárselas a los demás. Yo diría que los partidos se tendrían que financiar por lo que aportan sus afiliados y por lo que puedan conseguir de personas o empresas con nombres y apellidos, nada de donaciones anónimas, así sí una persona o empresa es beneficiada se podría saber si ha dado cantidad alguna a dicho partido.
Lo mismo se podria aplicar a sindicatos, asimismo habría que eliminar a los liberados, si tanto quieren ayudar a los demás que lo hagan desinteresadamente y en sus ratos libres como cualquier voluntario de ONGs o confesiones religiosas, no creo que estos o a aquellos les dejaran liberarse en sus trabajos para realizar su voluntariado,
Asimismo se podría poner un tope de dinero, por ejemplo 500€, que los cargos electos podrían recibir en prebendas o regalos, aunque sean a titulo personal. Un ministro es ministro mientras esta en el cargo y no como ahora que son ministros o alcaldes o etc en un momento y en otro son ciudadadnos anónimos que están a título personal. Más de aquella cantidad pasaria a engrosar las arcas del Patrimonio del Reino, perdón del Estado, no confundir con el Patrimonio Nacional.
Y por supuesto que aprendiesen que sus palabras no son sagradas y tienen que responder ante la justicia, y no escudarse en la libertad de expresion que ellos no respetan, ya que si alguien dice algo que no les gusta, “esto es intolerable” es lo primero que se les oye. No deben saber que las ideas son libres y mientras no actúes contra la ley, tus palabras son tan sagradas como las suyas.
Tal vez así tendrían un poco de respeto por parte de sus respetuosos conciudadanos

lunes, 20 de mayo de 2013

UNA DÉBIL ESPERANZA

Decía Churchill: "Comerse las palabras de uno mismo es una dieta muy sana" Y hoy ante mi desconfianza hacia todo lo que hacen los humanos, tengo que merendarme mis palabras y, la verdad, me encanta.

Una Gran Señora, así en mayúsculas, nos ha dado una gran lección. Despreciando dinero y sólo llevandose lágrimas esta Buena Señora ha cedido su tierra, posiblemente su más preciado bien, a los familiares del Yak-42.

 Esa tierra regada de lágrimas y sangre, donde ha florecido la esperanza, pasa a ser un lugar de recuerdo y, porque no, de alegría ante tan bello gesto.

En esta tierra nuestra, donde partidos políticos, sindicatos y todos buscamos parte del pastel del Reino, estan Señora, sigo con mayúsculas, ha demostrado que todavía hay gente que cree en la gente. En esta España nuestra tan preocupada por todo lo material, cualquiera seguramente habría vendido el terreno para sacarse su tajada. Cualquier ayuntamiento dejaría de lado esto, sin cumplir con las esperanzas de los habitantes de este Reino, lo habría recalificado. Pero, tiene que llegar una Gran Señora y darnos una lección de humildad y sin pedir nada a cambio nos da todo lo que tiene.

Los españoles tenemos mucho que aprender, sobre todo los que pensando en ahorrarse cuatro duros y ganar diez, ¿que habrían hecho con este terreno?

Pero "ahí queda eso", ese detalle de humanidad esta por encima de todos nosotros, y me queda una débil esperanza de volver a creer en lo que hacen los humanos, bueno los que vivimos en esta España tan desagradecida con sus hijos, propios o adoptados

Señora Fatma Karahan, mi agradecimiento eterno por hacerme comer mis palabras y tener una débil esperanza de volver creer en las personas.

Gracias por su lección.

lunes, 6 de mayo de 2013

UNA VIDA EN FALSO

Cada vez que salgo a dar un paseo, reconozco que pocas veces dada ni animadversión a la especie humana, a la que desgraciadamente pertenezco, veo asombrado como todos quieren, más bien queremos aparentar lo que no somos.

Los puestos de los manteros están atestados de gente comprando lo que si fuera verdadero no podrían llevar.  No me extraña que los chinos sean la economía más pujante del planeta, desde padres a hijos comprando Trolex, Luis Vitton, Rey Van, Juchi, Dulce y Gaban, Vuverris entre otras copias.

Por qué nos empeñamos en ser lo que no somos, por qué nos empeñamos en llevar copias sino podemos llevar los originales. Pero así se puede tener esos minutos de gloria a los que aspira todo españolito de a andar por casa.  Lo que no queremos entender que al final lo barato sale caro, ya lo decía la sabiduría popular: "Más vale poco y bueno que mucho y malo"

A mi me enseñaron que las cosas buenas duran y duran, como las pilas. Las baratas al final siempre saldrán mucho más caras y no digo en pecunio, ya que la inmensa mayoría de las veces, además de montar una tragedia al ver que se rompen o estropean, llevándonos un disgusto, una  alergia o una conjuntivitivis de padre y muy señor mío.

Los españoles siempre hemos querido vivir en falso. Desde que España es España siempre la nación y sus ciudadanos hemos querido ser lo que no eramos, viviamos en la inopía y como el avestruz, ocultabamos la cabeza esperando que los problemas se solucionaran solos u otros vinieran a solucionarlos.

Pero esos minutos de gloria, ¡oh! que bien nos sentaban, arropados por la pasmina de zachemir, mirando la hora del Trolex, a través de nuestras Rey Van. Vivíamos en lo mundos de Yupi, pero con nuestros trajes falsos y viviendo de otros.

¡País! nunca aprenderemos que en el fondo tenemos que vivir con lo que de verdad tenemos,  no por encima de nuestras posibilidades o intentar engañarnos a nosotros mismos llevando lo que realmente no podemos.

Pero ya sabemos que este es el país donde se sujeta a los perros con longaniza.

Por cierto voy a dar de comer a mi perro, que lleva un collar normal y corriente.