jueves, 9 de febrero de 2017

CADA VEZ QUIERO MÁS A MI PERRO (VI PARTE)

Hace tiempo mi buen amigo de cuatro patas "Lolo" falleció y estuve consternado, di mil vueltas a las posibles causas que habían podido afectar a su salud y posteriormente a su muerte (nadie sabrá lo que lloré ese día) en ningún momento pensé que había podido hacer mal. Cientos de veces me he preguntado ¿Por mi egoísmo, no querer perderlo, había prolongado su sufrimiento? aunque en cada recaída siempre lo llevé al veterinario, me desviví por él  e hice todo lo imaginable por no perderlo ¿actué bien o fui egoísta?

¿Somos egoístas, miramos por nosotros y no nos importan los demás?

Sinceramente creo que sí, los humanos somos muy egoístas, no somos objetivos con lo que nos rodea. No queremos asumir las consecuencias de nuestros actos. La sabiduría popular dice "mal de muchos consuelo de tontos" pero eso no nos importa, nos consolamos.

Los italianos decían "Piove, porco governo", lo que vendría a ser que el Gobierno tiene la culpa de todo y no admitimos otros conceptos.

Los países de cultura latina tenemos la rara habilidad de echar las culpas hacia otros, nunca solemos asumir nuestras realidades y tenemos la destreza de desviar los errores, nunca asumimos las consecuencias de nuestros actos, éstos siempre están influenciados por distintas variables pero nunca por nuestra propia decisión, somos tan vulnerables.

Pintamos la realidad a nuestro antojo o según nos convenga, nunca aceptamos las cosas tal como son, las amoldamos al momento que nos interesa, las subjetividad es nuestra razón de ser, nunca nos equivocamos y somos poseedores de la verdad absoluta.

Empecemos a poner ejemplos:

La resolución judicial es la que esperamos, entonces solemos decir "la justicia ha funcionado" "tenemos una justicia de primera" etc. En el caso que la misma nos sea desfavorable, "la justicia no funciona", "tenemos una justicia de m...." y demás improperios.

Queremos que nos concedan "la presunción de inocencia" pero nunca se la damos a los demás.

La prensa se hace eco de un suceso y según nos convenga decimos: La prensa está comprada por tal o cual. O bien por el contrario, que periodista más sagaz, se nota que es independiente.

Nunca asumimos que otros puedan tener decisiones correctas y tratamos de destruir lo hecho por otros, aunque este bien ( eso nunca lo reconoceremos) Queremos ser nosotros los que hacemos todo perfecto. Esto está al orden día en  política, llega un partido al poder y acaba con todo lo que ha hecho el anterior, no se paran a pensar si está bien. Los partidos políticos (y las personas ) tienen, tenemos miedo a explicar y defender nuestras decisiones. El miedo al que dirán otros atenaza los movimientos de los políticos y de las personas, quieren y queremos estar al plato y a las tajadas.

Se suele decir que lo que en verdad se quiere no es tener lo que otros tienen, sino que ellos no lo tengan. No tenemos cultura de diálogo, lo que queremos es imponer nuestra voz sobre los demás aunque sea a gritos y por último siempre llegan los insultos y los malos modos, el famoso no sabe usted quién soy yo o es que yo sé más que tú sobre esto, no atendemos a razones sólo a la nuestra.

Menos mal que "Horacio" mi nuevo amigo ha llegado a mi vida, espero hacerlo mejor con él, me he propuesto desechar mi egoísmo, saber escuchar (esto es muy difícil) y comprender las decisiones que toman otros más versados, aprender y sobre todo nunca menospreciar las decisiones ajenas, pues donde menos te los esperas salta la liebre. Saber que nadie está por encima de nadie y empezar a criticarme a mi mismo en lugar de a otros. Saber que si pido indulgencia  debo darla antes. Saber que nunca puedo generalizar, ni criminalizar por hechos concretos. En fin intentar ser mejor cada día.

Ahora si me perdonáis voy a prestar atención a esos ojitos peludos que me están mirando y me dan todo sin pedir nada.