martes, 17 de junio de 2014

CADA VEZ QUIERO MÁS A MI PERRO (IV PARTE)

Y eso que me acaba de morder, pero no le culpo a él ya que es un animal y reacciona como tal. La culpa es mía y sólo mía, a veces creo que es una persona y ese es mi error.

Esto que acabo de relatar es como la vida misma, los humanos solemos culpar de nuestras desgracias a nuestro entorno, cuando la culpa de lo que nos pasa es nuestra y sólo nuestra. Tomamos decisiones erróneas ante determinas situaciones y no aprendemos de los errores, nos consolamos haciendo culpable al entorno.

Tal vez si nos culparamos a nosotros mismos de las malas decisiones que tomamos y aprendiéramos de ellas, "otro gallo nos cantaría".

El humano, bueno el español concretamente, es "perfecto" por naturaleza y su opinión es siempre la que prevalece sobre la de los demás, no tiene conciencia de "fracaso", por eso la culpa es la sociedad que le rodea. No falta esa humildad, ¿qué es eso?, para asumir nuestros errores y aprender de ellos para volver a levantarnos. Nos gusta más vivir en la complacencia del triunfo y los equivovcados son los demás.

Siempre nos deberíamos de preguntar ¿qué he hecho mal? Así,  tal vez,  aprenderíamos y no volveríamos a cometer el error y no haríamos participe a la sociedad de él.

Nos metemos a areglar la vida de los demás cuando no arreglamos la nuestra.

Somos los mejores economistas del mundo, cuando nustras finanzas están hundidas.

Sabemos de todo, cuando en realidad no tenemos ni idea de nada. Así podía seguir hasta el infinito, pero no tengo ni ganas, ni tiempo, ya que yo tengo razón y los demás no.

Me voy al médico par que me curen el mordisco del perro, aunque no se para que  voy, si yo se curarme y automedicarme, incluso darme puntos si hace falta.

Soy como el resto, perfecto y por eso no me gusta la gente, ellos son imperfectos.