domingo, 14 de septiembre de 2014

LAS ESTRELLAS EN LOS LABIOS


                          Hoy recordaba a un personaje al que le debemos mucho.


Hace mucho, mucho tiempo, tanto como que era el año de Nuestro Señor de 1683, en la región francesa de Saint-Menehould vino al mundo nuestro protagonista, fue bautizado con el nombre de......, eso desvelaremos más adelante.

En aquella época sólo había un camino para los que no tenían muchos medios, hacer carrera en la iglesia y nuestro amigo Pierre, que así se llamaba, en el año de 1657 se hizo monje de la regla San Benito (benedictino), ingresando en la abadía de Saint Vannes cerca de Verdún, y tan bien lo hacía que los monjes deciden trasladar a Pierre a la abadía de Hautvilliers cerca de la ciudad de Epernay, esta ciudad seguro que os suena de algunas etiquetas de productos franceses.


Aquí vivió hasta su muerte en 1715 y llegó ser el administrador de la producción agrícola de dicha abadía. En una de sus muchas comprobaciones del vino, esa era la producción agrícola, nuestro buen monje observó que con las heladas del invierno el vino fermentaba y tendía a soltar burbujas. Dándole vueltas pensó ¿que pasaría si lo embotello y se fermenta una segunda vez?


Como siempre en todo nuevo invento, sobre todo de espirituosos, tiene que haber un español y aquí no fue menos. El monje no sabía como cerrar las botellas para que fueran estancas y no se salieran los gases de esa segunda fermentación. Y de casualidad al observar que unos peregrinos españoles cerraban sus calabazas de agua con un corcho, probó el invento y ¡voila! el gas no se salía. Posteriormente lo ajustó con un pequeño cordaje para afianzar el corcho. 

Aquí ya el mito, la leyenda se confunde con la realidad ya que dicen que cuando nuestro buen monje Pierre Perignom cuando probó el brebaje exclamó a sus compañeros ¡Venid, estoy bebiendo las estrellas!


La mejor bebida que ha dado la humanidad acababa de nacer. El metodo champenoise vio la luz. El Champagne había nacido y su andadura no pararía.


Nuestro Dom Pierre Perignom siguió perfeccionando el método, que posiblemente ya existía antes de sus "estrellas", lo perfeccionó hasta el punto de que sólo se utilizan uvas pinot noir, chardonnay y pinot meunier.


El resto es historia y la disfrutamos cada vez que levantamos una copa de "esas burbujas que suben y después se van".


Dichos sobre el Champagne:


.- El champagne es uno de los extras elegantes de la vida. Charles Dickens


.- Yo soy abstemio de cerveza, no de champagne. George Bernard Shaw


.- Bebo Champagne cuando estoy feliz, y cuando estoy triste. Algunas veces lo bebo cuando estoy sola, pero cuando estoy acompañada lo considero obligatorio. Lily Bollinger.


.- En la victoria lo merecemos y en la derrota lo necesitamos. Napoleón Bonaparte


.- El champagne es el único vino que le permite a la mujer conservarse hermosa después de haberlo bebido. Marquesa de Pompadour.


.- De lo único que me arrepiento en la vida es de no beber suficiente champagne. John Maynard Keynes


.- Llega un momento en la vida de toda mujer en el que lo único que puede salvarla es una copa de champagne. Bette Davis


.- No lo olviden, caballeros, no es solo por Francia que luchamos, es por el champagne. Winston Churchill


.- Apenas me tomé dos copas de champagne y la escena cambió ante mis ojos en algo significativo, elemental y profundo. Francis S. Fitzgerald


.- Se asoma a sus húmedas pupilas de estrella
el alma del rubio cristal de la Champaña. Rubén Darío...



NADA MEJOR PARA TERMINAR QUE BRINDAR CON VOSOTROS CON UN DOM PERIGNOM DEL 61