jueves, 29 de enero de 2015

TEORÍA DE LA "PRESUNTA" CONSPIRACIÓN

Hace tiempo que llevo dando vueltas a un asunto, desde que volví leer a leer  El Gatopardo (Giuseppe Tomasi di Lampedusa, 1896-1957) y su famosa paradoja "Es necesario que todo cambie para que todo siga igual"

Esta paradoja estudiado en todas las facultades de Ciencias Políticas de mundo, da que pensar y me ha llevado a elucubrar (la ficción puede superar a la realidad o ¿no?) una Teoría de la "presunta" Conspiración para hacer realidad la paradoja gatopardiana.

Las principales fuerzas políticas españolas estaban y están adormecidas, separadas de la realidad del país, viendo España desde sus poltronas, vivimos en una "partitocracia" defensora de sus privilegios.

Surgen movimientos minoritarios muy ruidosos, la mayoría de la población siempre está silenciosa; fenómenos populistas minoritarios que se enraízan en la situación de crisis económica que vive España.

Medios de comunicación presuntamente resentidos por el cierre de ciertos canales de comunicación ven una oportunidad de intentar amendrentar al poder institucionalizado; ¿cómo hacerlo? fácil, se busca a unos jóvenes que se ufanan por salir de su anonimato y con ganas de poder; se los saca de sus televisiones minoritarias pero muy radicales y se los pone en primera línea de los medios de comunicación ofendidos (no hace falta poner nombres). Las tertulias de estas TV se disputan sus servicios, estos jóvenes ambiciosos se creen bendecidos y empiezan a emborracharse de fama. 

Estos nuevos redentores se creen ungidos por la fama que da la TV y su ganas de poder los ciegan, sus populistas e irrealizables ideas, los hacen ganar adeptos entre algunos partes de la sociedad.

Lo partidos políticos "de toda la vida" los ven como un tormenta veraniega, pero la tormenta se convierte en borrasca. Aquéllos empiezan a tomar medidas ante el empuje de la borrasca.

La ambición de los nuevos "políticos" los ciega y se creen que están por encima del bien y del mal, pero no caen en la cuenta que ellos también tienen trapos sucios. En política tener trapos sucios puede ser tu ruina estacionaria o real, eso el tiempo lo dice.

La maquinaria oficial se pone en marcha ante este cambio que se ¿puede producir?

¿Cómo hacer que todo cambie para que todo siga igual? Fácil, se busca en las alcantarillas, la universidad española  que es la cuna de la endogamia, se empiezan a destapar las presuntas podredumbres  de los nuevos mesías. Estos actúan igual lo que critican, se escudan en que se los ataca, prueban su medicina. Claro, los viejos líderes acostumbrados a las luchas no se inmutan.

Salen los trapos sucios de dinero, favores a familiares y amigos, un rosario de corruptelas que pensaban que pasarían desapercibidas, pues ellos se creían fuera de toda duda. La lucha en política es cruel.

Está tormenta veraniega o ¿no? empieza a desinflarse en las encuestas, la gente que los defendía empieza a preguntarse ¿hacen esto sin estar en poder, cuándo lleguen a él qué harán? Esto el tiempo lo dirá, pero de  momento Todo ha cambiado para seguir igual que estaba, y esa la paradoja de la política.

Por estas cosa cada vez me siento más misántropo.











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